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Mar Mediterráneo

Aquarium Costa de Almería tiene dedicado un gran espacio en el que conocer las maravillas de nuestro mar y su importancia, por ejemplo, a través de los campos de Posidonia oceánica. Por otra parte, los fondos rocosos también están representados en dos tanques, donde se pueden ver las rocas típicas de las profundidades del Mar Mediterráneo.

Por supuesto, la multitud de especies que viven entre las rocas del fondo marino son muy variadas, como la tortuga boba (Caretta caretta) o peces pertenecientes a la familia de los serránidos como el mero. Nuestro toca-toca representa la zona intermareal en un ecosistema rocoso de origen volcánico y es el lugar donde se puede interactuar con las estrellas de mar, holoturias y cangrejos ermitaños.

El Mar Mediterráneo es uno de los mares del Océano Atlántico con el que se conecta a través del estrecho de Gibraltar. Esta región está caracterizada por un alto grado de endemismo, convirtiendo al Mar Mediterráneo en uno de los lugares de mayor concentración de biodiversidad del mundo. Su explicación radica en el bajo impacto de la última glaciación de la zona, la presencia de macizos montañosos importantes y la larga historia de los diversos usos de la tierra, manteniendo una amplia gama de hábitats.

Temperatura del Mar Mediterráneo

La temperatura del agua del Mar Mediterráneo varía según la estación del año. En verano, suele estar entre 21º y 30º, mientras que en invierno oscila entre los 10º y 15º. Un dato curioso es que la temperatura aumenta de oeste a este, en ese sentido, la temperatura se mantiene constante en invierno en unos 13º.

Peces del Mar Mediterráneo

Se estima que alrededor de 17.000 especies viven en el Mar Mediterráneo, de las cuales el 20 % son endémicas. Por ejemplo, la emblemática foca monje del Mediterráneo (Monachus monachus), el atún rojo (Thunnus thynnus) o la manta mobula (Mobula mobular)

Desafortunadamente, desde 1950 el Mar Mediterráneo ha perdido un 41 % de sus mamíferos y un 34 % de sus peces, según informaba un estudio publicado en 2018 por Scientific Reports. La sobrepesca, la contaminación de sus aguas y la plaga de plásticos han desembocado en el declive de su biodiversidad.

Tortugas en el Mar Mediterráneo

De todas las especies de tortugas que viven en el Mediterráneo, la tortuga boba (Caretta caretta) es la más abundante. Es posible encontrar a esta tortuga tanto en mar abierto como en aguas poco profundas, incluso en zonas costeras, bahías y estuarios. Rara vez suben a la costa, a excepción del momento en que excavan nidos y depositan sus huevos.

Sin embargo, muchas actividades humanas tienen efectos negativos sobre las poblaciones de tortugas bobas, como la destrucción del hábitat, la pesca, la contaminación de las aguas donde viven y, especialmente, los residuos de plástico. 

En ocasiones, la ingesta de plástico puede ser mortal. En otros casos, los efectos devastadores son apreciables a simple vista, como las redes de pesca abandonadas o los aros de los packs de latas con los que se estrangulan muchas tortugas, ocasionando la asfixia o amputación de alguno de sus miembros.

Aquarium Costa de Almería tiene la suerte de tener en su acuario un ejemplo de esta lacra. Juan, una tortuga boba rescatada del Mediterráneo, llegó a las instalaciones en un estado lamentable, por lo que se le tuvo que amputar la aleta delantera izquierda debido a una gangrena causada por la opresión de una red de pesca. Afortunadamente, después de muchos cuidados y mimos, Juan es todo un ejemplo de supervivencia.

Profundidad del Mar Mediterráneo

El Mar Mediterráneo es el mar cerrado más profundo de la Tierra, ya que cuenta con una profundidad media de 1.460 m y una máxima de 5.267 m. De hecho, la parte más profunda se encuentra en la fosa de Matapán, en las costas de Grecia, alcanzando más de 5.000 m.

Países del Mar Mediterráneo

Las aguas del Mar Mediterráneo bañan 22 países: 14 europeos, cinco asiáticos y otros cinco africanos, en un total de tres continentes. Algunos de ellos son Italia, España, Francia, Grecia, Turquía, Líbano, Egipto, Libia, Túnez, Argelia o Marruecos.

Contaminación en el Mar Mediterráneo

La contaminación de la cuenca del Mediterráneo es una de las peores consecuencias de la alta proliferación de los residuos plásticos. De hecho, los datos son alarmantes, ya que más de un 95 % de los residuos que existen son plásticos según afirma Greenpeace en “Un Mediterráneo lleno de plástico”.

Cuando son de gran tamaño, como bolsas o botellas, provocan enredo, malnutrición e incluso asfixia tanto de aves marinas como corales.Y, cuando son de menor tamaño, menos de 5 milímetros, son ingeridos por cientos de especies, intoxicando la cadena alimentaria y, finalmente, llegando hasta nuestro organismo. 

En lo relativo a contaminación, merece especial mención la posidonia. A pesar de su aspecto y su ubicación no son algas, son una especie endémica del Mar Mediterráneo y que se encuentra entre la cota superficial hasta los 30 y 40 metros de profundidad. Esta planta juega un importante papel ya que mantiene el sedimento inmóvil con sus raíces y crea importantes zonas de producción de oxígeno, cría y refugio de especies de animales.

Una de las características más importantes de esta planta es que se considera el ser vivo más longevo del planeta, estimando su edad en unos 100.000 años. Sin embargo, se ve muy afectada por factores como la transparencia del agua, de hecho, es una planta muy sensible a la contaminación por lo que es considerada como un buen bioindicador de la calidad de las aguas. 

En definitiva, la contaminación de las aguas en el Mediterráneo ocasiona un gran impacto en la biodiversidad marina, los servicios ecosistémicos, sociales y visuales, además del valor económico que conlleva.